sábado, 20 de junio de 2009

Poemas de amor marxistas


- ¿Ya has olvidado aquellas noches en la Riviera cuando los dos contemplábamos el cielo? Éramos jóvenes, alegres, inocentes. La noche en que bebí champaña en tu zapato - dos litros. Hubiera cabido más, pero llevabas plantillas. ¡Oh, Hildegarde! No es que me importe, pero, ¿dónde está tu marido?.
- ¡Ha muerto!.
-Seguro que sólo es una excusa.
-Estuve con él hasta el final.
-No me extraña que falleciera.
-Lo estreché entre mis brazos y lo besé.
-Entonces, fue un asesinato. ¿Te casarías conmigo? ¿Te dejó mucho dinero? Responde primero a lo segundo.
-¡Me dejó toda su fortuna!.
-¿No comprendes lo que intento decirte? Te amo. Pensarás que soy un sentimental, pero ¿te importaría darme un mechón de tu cabello?
-¿Un mechón de mi cabello?
-Y no te quejes. Te iba a pedir toda la peluca. Cásate conmigo y tendremos nuestra propia familia.
-Oh, sería maravilloso. Y dime, cariño, ¿tendríamos una bonita casa?
-Pues claro. ¿No estarás pensando en mudarte?
-Temo que después de llevar algún tiempo casados, encuentres una mujer hermosa y te olvides de mí.
-No te olvidaré. Te escribiré todas las semanas.

No hay comentarios: