domingo, 21 de junio de 2009

Dia tres




Jamás te recuerdo porque nunca te olvido.

Tu cuerpo es la guarida favorita de mi cuerpo.

Y ahora tengo las arterias llenas de etcéteras,

y un corazón espartano,

y unas manos que creen en los milagros.

Y el límite de un temblor,

de conspiración divina,

cuando siento que el rumbo de tus sueños

coincide con mis pesadillas.


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