Hace unos pocos años, cuando la menda era una tierna infante, su afición por la lectura se forjó a base de cómics (tebeos se llamaban entonces) de Mortadelo, Zipi y Zape, Astérix y Superlópez.
Me quedé en aquélla época en la que los dibujos se trazaban con plumilla y tinta china; ahora que ésos instrumentos han sido desterrados por el photoshop y el lápiz óptico, el cómic gana adeptos y coloniza nuevos espacios creativos.
Ahora, entre el 22 de enero y el 13 de abril, el Museo del Louvre , en colaboración con la editorial Futurópolis, con la que lleva trabajando desde el 2005, año en el que se publicó el álbum “Periode glaciaire” de Nicolas de Crécy, al que siguieron otros dos: "Les Sous-sol du Révolu" de Marc-Antoine Mathieu y "Aux-heures impaires" de Eric Liberge. Tras la exposición, denominada Le Petit Dessein, se publicará el cuarto y último álbum de la serie: "Le Ciel au-dessus du Louvre" del dibujante Bernard Yslaire y el guionista Claude Carrière.
