¿Dónde irán los sueños cuando no los conseguimos? Porque a algún sitio tienen que ir. Aunque creo que al final, los sueños no son más que una excusa. Pero una excusa muy gorda. Son la excusa para vivir. Por eso a veces también se convierten en la mirada nostálgica de lo que nunca fuimos.
Una
putada, Javier. Asumir que nunca serás lo que siempre deseaste. Ni
esperarlo siquiera. Joder. Deseo, deseo, deseo. Quiero con todas mis
ganas ser feliz, ser lo que siempre quise con mucha ilusión, y con eso
hacer un poquito feliz también a los que me rodeen. A unos más que a
otros.
Piedras,
Ramón Salazar.
Foto, Aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario